Luis Caballero Mejías, nació en Caracas el doce de
diciembre de 1903. Hijo de Don Francisco Caballero Hernández y Doña Luisa
Mejías Paz Castillo. Huérfano a corta edad y quedando bajo el cuidado de sus
tías las cuales le prodigaron toda clase de cuidados y desvelos.
Comenzó sus estudios en el Colegio Francés de
Caracas, donde demostró tener aptitudes para el estudio (era inteligente, gran
carácter, imaginativo e independiente). Él sabía que la vida le deparaba situaciones
extraordinarias y difíciles, el cual le obligó a tomar desde muy temprana edad
sus propias decisiones. Sus principales bases para esto fueron: su entereza,
tenacidad, independencia, y espíritu.
Sus decisiones indeclinables de joven audaz
aventurero, hicieron lo demás y fue lo que lo llevó a adoptar desproporcionadas
decisiones para su edad y que en su caso tenían justificadas explicaciones, porque
en él, casi se producían de forma simultánea, tanto es así que llega a
impregnarse en él una particular filosofía, que podría resumirse en: "HAZ
PRIMERO, EXPLICA DESPUÉS".
Luego de terminar sus estudios, sintió una atracción
por los estudios técnicos los cuales le obligaron a ir a Chile para
proseguirlos. Cuando llegó a Chile, quedó impresionado por la Cordillera de los
Andes, su proximidad y blancura que le acompañarían durante cinco hermosos
años. Desde el primer contacto con chile, sintió que se le abría delante de sí
un país hermoso.
Como una segunda madre fue para el joven Luis
Caballero Mejías la Escuela de Artes y Oficios. Para él la denominación de
Madre Escuela, que recibió la Escuela de Artes y Oficios, adquirió para él, una
especial significación. En cada maestro él veía a su padre, en cada compañero
veía a los hermanos que no tuvo; les brindaba y recibía su calurosa comprensión
y amistad.
Es conveniente y necesario, situar la permanencia del estudiante Luis Caballero Mejías en la escuela de Artes y Oficios de Santiago de Chile, desde su ingreso en 1925 hasta su egreso en diciembre de 1929, todo lo cual nos hace comprender mejor el régimen de vida y de estudio, como alumno becado e interino.
Es nombrado ingeniero jefe de los astilleros de
Puerto Cabello, al regresar a Venezuela. Es allí donde comienza a enseñar al
llevar a un grupo de jóvenes para que aprendiesen un oficio, esta preocupación
pone de relieve sus inquietudes de maestro. Igualmente a su paso por la
industria ferrocarrilera observa la necesidad de formar a los jóvenes
trabajadores en el conocimiento de un oficio.
Es nombrado Director de la Escuela de Artes y Oficios de Caracas en 1935 y logra que en 1937 el Ministerio de Educación le dé el nombre al plantel de "Escuela Técnica Industrial".
En 1958, con el inicio de la nueva era democrática,
es llamado por las autoridades educacionales y nombrado director de la
Dirección de Educación Artesanal, Industrial, y comercial. Durante su ejercicio
se estructuró el sistema de educación técnica en el país.
Para infortunio de la sociedad venezolana, murió el
12 de octubre de 1959 cuando tanto se esperaba de él. El maestro como le decían
sus alumnos, no vivió lo suficiente como para ver su obra culminada sobre el
politécnico, del cual, al mencionarlo decía: "De allí saldrán mis
muchachos ingenieros industriales." Pero sí debió intuir que la obra
quedaría concluida, porque su trabajo había sido arduo, había trazado caminos y
creado conciencia sobre el particular. En este sentido L.C. Mejías expresaba: “El
politécnico ha de ser, necesariamente, la culminación del sistema de educación
industrial ya establecido en Venezuela, y por el cual debemos luchar”.
Condecoraciones Recibidas:
*Medalla de honor de Instrucción pública en nombre de la gratitud popular.
*Medalla de honor "27 de Junio"
*Condecoración de la orden de Andrés Bello.
*Capitán Honorario del cuerpo de Bomberos de Caracas.
*Presidente Honorario del Colegio de Peritos y
técnicos de Venezuela
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